domingo, 11 de marzo de 2012

Allá las furias

No sabés vos y mejor que vos no sepas. No sabes lo que es revolver en la muerte cuando morir está en gerundio. Cuando hay gritos y agonía. Cuando lo que duele no es el pecho, son los huesos.
Tampoco conoces a esa locura a la que sólo le queda la crueldad.
No conoces todo ese mundo tapado de paja. Y mejor. Y que Dios o quien quiera que sea o pueda te prive entero de estar tapado de ahogo. Que te priven del dolor de ver que no apagaron el fuego las manos llenas de tinta.
Ojalá que no necesites descarnarte para quitarte un dolor que hierve. Que no seas el que tiene que abrirse las carnes para que otro le muestre los huesos.
Que te ahorren los mil grados de ira. Que nadie te haga desatar las furias. Porque sino vas a salvarte, porque sino vas a estar seguro.